Durante una de las sesiones que tuvimos con Carla, hablando de métodos para la enseñanza de las lenguas extranjeras, nos mencionó el TPRS (Teaching Proficiency through Reading and Storytelling) y me llamó la atención, así que decidí documentarme para averiguar de qué hablaba. Después de haber sido educadora en un grupo Scout con niños de 8 a 12 años, muy a menudo he organizado actividades basadas en la creación de historias, pero no tenía idea de que era una verdadera técnica utilizada para el aprendizaje de un idioma extranjero.
Me gustaría compartir con vosotros las informaciones que encontré haciendo una presentación muy breve y sencilla del argumento ya que creo que puede ser una buena alternativa a las clases magistrales que se suelen dar en el aula y que a lo largo del tiempo acaban aburriendo al alumnado.
El TPRS (Teaching Proficiency through Reading and Storytelling) es decir, Enseñanza de proficiencia a través de la lectura y la narración de cuentos, es un método de enseñanza de idiomas creado en los años noventa por Blaine Ray, profesor de español estadounidense. Este nuevo método surgió en la mente de Blaine cuando sus alumnos de español empezaron a abandonar sus clases porque estaban desmotivados. Por consiguiente, el profesor empezó a aplicar a sus clases la técnica del TPR Total Phisycal Response (Respuesta Física Total) revertiendo la situación. Después de este éxito, comenzó a estudiar varios métodos y estrategias para la enseñanza de lenguas extranjeras a fin de enriquecer su método, creando el TPRS. Esta metodología se basa en una mezcla entre:
- Principios de adquisición de lenguas del Abordaje Natural del Doctor Stephen Krashen y Tracy Terrel, en especial la hipótesis del Input comprensible.
- Técnica del Total Phisycal Response del Doctor James Asher.
- Adición de storytelling o narración de historias.
La idea central es que se necesita recibir input comprensible para adquirir la lengua en forma natural, además de la interacción con el profesor y otros alumnos para desarrollar fluidez. Por lo que se refiere a la teoría del Input Comprensible para el aprendizaje de lenguas extranjera existen dos perspectivas:
- La hipótesis comprensible: se adquiere el lenguaje cuando lo entendemos. La gramática y el vocabulario son el resultado de la adquisición del lenguaje y es más agradable de inmediato adquirir el lenguaje.
- La hipótesis de desarrollo de competencias: primero se aprende sobre el lenguaje y se practica antes de usar el lenguaje.
Esta teoría se basa en el hecho de que el contenido es tan interesante que no nos centramos en el idioma sino en el mensaje, por ejemplo, cuando contamos historias o miramos una peli en otro idioma la adquisición del lenguaje no es el objetivo sino el medio. Entonces, para adquirid otro idioma los alumnos tiene que estar expuestos a muchos inputs (por esto se dice que leer es muy importante para aprender un idioma).
El TPR consiste principalmente en dar instrucciones a los alumnos que impliquen movimiento, tras haber introducido dichas instrucciones brevemente con anterioridad de manera que el profesor pueda comprobar que el alumnado esté entendiendo dependiendo de sus reacciones y además este método no fuerza el alumno a hablar ya que todo lo que tiene que hacer es realizar un determinado movimiento. Uno de los típicos juegos utilizados es “Simón dice …" donde el profesor da una serie de instrucciones como salta, aplaude, siéntate, etc. y los alumnos las ejecutan y a medida que cometen un error van siendo eliminados. Pero, a la larga, la atención del alumno disminuye.
La técnica de TPRS añade al Total Physical Response y al Input Comprensible la narración de historias creadas por el alumnado. Así que, a través de estas historias interactivas los alumnos pueden practicar la conversación natural creando y leyendo historias y cuentos, junto con el profesor, que contengan, por ejemplo, las palabras más frecuentes en español.
El siguiente paso es la creación de la historia. El profesor comienza con un esqueleto de una historia como base para ir construyendo los personajes y eventos junto con los alumnos, les va haciendo preguntas para que se sientan involucrados, siempre procurando que los estudiantes entiendan todas las frases, e incluyendo detalles divertidos y extravagantes para personalizar la historia y hacerla más
atractiva.
El tercer y último paso es la lectura de la historia creada. Generalmente es el profesor quien lee la historia en voz alta pero tal vez puede pasar que algún alumno se proponga para leerla a la clase.
El objetivo de este método es que los alumnos comprendan el mensaje, es decir la historia, de manera divertida, sin aburrirse o perder la atención. El alumnado tiene que sentirse involucrado en la historia sin sentirse forzado.
Además, ha sido realizado un estudio muy interesante sobre “Los efectos del método TPRS en la adquisición de vocabulario en inglés de los estudiantes" realizado por la licenciada en Ciencias de la Educación Mónica Pinos Ortiz donde se investiga el utilizo del método TPRS en los estudiantes de segundo nivel en la Universidad Católica de Cuenca. Para este experimento fueron seleccionados al azar 56 estudiantes del segundo nivel de la universidad antes mencionada: un grupo de 30 estudiantes conformaron el grupo experimental y 26 estudiantes el grupo de control. Los datos se obtuvieron a través de la prueba de vocabulario de Cambridge en las fases de pre y post prueba para establecer diferencia entre los grupos. Asimismo, al final de las pruebas, fue proporcionado al alumnado un cuestionario con 8 preguntas para saber cómo se sintieron los estudiantes del grupo experimental durante la implementación del método TPRS y las contestaciones fueron sorprendentemente positivas, de hecho, la mayoría afirmó que el utilizo de este método contribuyó a mejorar significativamente su adquisición de vocabulario en inglés.
Os dejo aquí el enlace del artículo por si queréis echarle una ojeada.
Referencias
- Mónica Pinos Ortiz. (2018). Los efectos del método TPRS en la adquisición de vocabulario en inglés de los estudiantes. Revista cienifica Dominio de las ciencias, Vol. 4, N°3.